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Un divertido juego para poner a prueba su concentración y destreza manual. Primero habrá que tirar los dos dados de colores y, con mucho cuidado, deberán pasar el bastoncito por los agujeros de los mismos colores que los dados ¡pero sin hacer ni una pizca de ruido! Sino despertarán al rey del Castillo del Queso y tendrán que pasar el turno a sus compañeros.
